La FAPA Francisco Giner de los Ríos acuerda en su asamblea de entidades asociadas impulsar un nuevo acuerdo para la mejora de la Educación en la Comunidad de Madrid

La FAPA Francisco Giner de los Ríos ha celebrado hoy su asamblea anual, en la que se ha tomado el acuerdo de impulsar una propuesta de nuevo acuerdo para la mejora de la educación en la Comunidad de Madrid. Como representante de las madres y padres con alumnado escolarizado en esta comunidad, la federación ha sido firmante de los acuerdos educativos que vieron la luz en los años 1999 y 2005, así como trabajó para conseguir un tercer acuerdo durante los años 2016 y 2017, aunque éste finalmente no fue formalizado. Ahora decide promover ese tercer acuerdo educativo porque la situación actual de la educación madrileña lo exige con urgencia.

El análisis del estado educativo actual lleva a la FAPA a poner en marcha los procesos internos para generar un borrador de propuesta de acuerdo educativo, que presentará al consejero de Educación y a la presidenta del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, con la intención de que se aborde su debate con la participación, como no puede ser de otra manera, de las organizaciones representativas en el ámbito educativo de nuestra comunidad. Éstas son las que forman parte del Consejo Escolar autonómico, motivo por el que, como ocurrió en anteriores ocasiones, este órgano de máxima participación de los sectores involucrados en la educación madrileña debe cumplir su papel constitucional de participación efectiva de los sectores afectados en la programación general de la enseñanza recogido en el artículo 27.5 de nuestra Carta Magna.

Los datos actuales de la situación educativa de la Comunidad de Madrid demuestran que estamos perdiendo terreno en el conjunto del Estado, con indicadores que nos sitúan ante una realidad incuestionable: nuestro sistema educativo obtiene peores resultados de los que le correspondería conseguir, en función de la situación socioeconómica de la ciudadanía de nuestra comunidad. Cada año vemos como vamos quedando más lejos de las comunidades autónomas que lideran estos indicadores educativos. Y, aunque no solo debe invertirse más sino también mejor, ser la comunidad autónoma que menos invierte en educación explica buena parte de los problemas educativos que arrastramos y que seguimos agrandando.

Por ello, la FAPA francisco Giner de los Ríos entiende que es inaplazable abordar de nuevo la necesidad de alcanzar un acuerdo social sobre la necesaria y urgente mejora del sistema educativo madrileño, que debe debatirse en el seno del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, sin que ello dificulte en modo alguno la interlocución directa sobre este acuerdo con el consejero y el resto de responsables de la consejería de Educación, por el que la Administración quede comprometida y obligada a realizar actuaciones concretas en materia educativa y a dotar éstas de los presupuestos extraordinarios que sean necesarios, porque es urgente incrementar sustancialmente la inversión educativa en nuestra comunidad.

Últimamente la comunidad educativa madrileña se está encontrando con anuncios ante los medios de comunicación por parte del Gobierno autonómico, decididos de forma unilateral y sin la participación previa obligada de las organizaciones que representan a los sectores afectados. Siendo legítimo que cada Gobierno marque sus prioridades, esta forma de proceder no se ajusta al mandato constitucional, ya que la ciudadanía no está para ser informada de lo que se haya decidido, sino para participar en la generación de las políticas educativas que son necesarias, como mandata el texto constitucional. Esta manera de hacer política debe ser reconducida, y configurar un nuevo acuerdo educativo es la herramienta que, a juicio de la FAPA, es la más adecuada en el contexto actual.

Estas medidas anunciadas en los últimos meses por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, habitualmente ante los medios de comunicación, parecen parches improvisados ante problemas que se han ido generando por la falta de inversiones en las últimas décadas. Así está ocurriendo con la medida de la extensión de los CEIPSO, o en estos días con la futura prohibición de dispositivos electrónicos individuales en las aulas. Y esta forma de gobernar, incluso aunque se puedan compartir argumentos que sostienen algunas de estas medidas, no es la que generará buenos resultados. Gestionar la educación exige medidas consensuadas, implicación real y efectiva de todos los sectores para llevarlas a buen término, y financiación suficiente para poderlas desarrollar.

La propuesta de acuerdo educativo que la FAPA Francisco Giner de los Ríos presentará en breve plazo, nace del histórico de los acuerdos anteriores y de los documentos de propuestas que la entidad ha ido presentando ante diferentes convocatorias de elecciones autonómicas, así como del análisis de las nuevas necesidades que se considera inaplazable atender. Este acuerdo educativo deberá estar finalizado en este año 2025 para su entrada en vigor el 1 de enero de 2026, porque no es una propuesta para abrir un debate que dure años y haya quien solo lo quiera utilizar electoralmente en el 2027. Se trata de mejorar la educación por consenso, no por imposiciones ideológicas de parte alguna, basando las medidas en evidencias científicas y siempre orientadas en el interés superior del menor, no en añoranzas de un pasado que no existe, ni en la defensa de lo existente como si no fuera posible cambiar para mejorar.

Por supuesto, la FAPA facilitará este borrador al resto de la comunidad educativa para debatirlo y mejorarlo de forma conjunta. No se trata de imponer la visión del sector de madres y padres, sino de trabajar partiendo de un documento inicial que recoge consensos previos que, por supuesto, no solo pueden ser modificados sino mejorados. Pero la federación traslada que todo lo que se haga sin la participación de las familias o en contra de ellas, no tendrá su aprobación, ni el respaldo mayoritario de la sociedad madrileña. Ha llegado el momento de abandonar posiciones corporativas cuestionables socialmente, así como de dejar atrás posiciones ideológico-partidistas trasnochadas. O mejoramos de verdad la educación, o nuestra sociedad lo pagará muy caro en el futuro.     

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