Alimentar es Educar. Por una alimentación escolar más saludable y sostenible Desde Justicia Alimentaria trabajamos por una alimentación saludable, sostenible y accesible. Son numerosas las políticas y medidas que podrían universalizar el derecho a la alimentación, pero en este caso hablaremos sobre nuestra iniciativa "Alimentar es Educar", en la que hablamos de cómo el comedor escolar es una herramienta clave para muchos aspectos relativos a nuestra alimentación y las tareas de cuidado: derecho a la alimentación, educación alimentaria, conciliación familiar y compra pública alimentaria, entre otros. A principios del año 2022, el 8,3% de la población del Estado español no podía permitirse una alimentación adecuada, según el Libro Blanco de la Alimentación sostenible en España, y el 22% recibía ayudas en forma de alimentos para poder acceder a los mismos, según el informe “Alimentando un Futuro Sostenible”. Aunque no tengamos los datos actuales, la subida de precio de los alimentos no ha hecho más que agravar la situación. En este aspecto, el comedor escolar asegura un mínimo de una comida caliente diaria al alumnado de los centros escolares. Por ello, y con el objetivo de asegurar el Derecho a la Alimentación de toda la infancia española evitando generar desigualdades y estigmas, esta comida debería ser universal y gratuita. En su defecto es necesario establecer un sistema de becas o precios reducidos que puedan solicitarse con un sistema claro para toda la población, especialmente la más vulnerable. Además, debemos asegurar la calidad del servicio: alimentos sanos y de calidad, proceso de cocinado en el propio centro, condiciones de trabajo dignas para todas las personas que están implicadas en este servicio. El comedor escolar también se convierte en un aliado de la alimentación saludable ya que es un recurso para la conciliación familiar a la hora de organizar nuestro día a día con el cuidado de los niños y niñas. Aun así, esto no asegura la corresponsabilidad de tareas fuera de la escuela y es que según el INE los hombres dedican 11h a la semana a tareas domésticas y de cocina y las mujeres 20h, casi el doble. Así, vemos que no solo supone mayor carga de tareas para las mujeres, sino que también supone una mayor sobrecarga mental, que en consecuencia son quienes más beneficios obtienen a la hora de acceder al servicio de comedor. Sin embargo, nos encontramos con una infrautilización del servicio debido a la barrera económica. Las familias a veces no saben cómo solicitar la beca de comedor o cuando lo hacen la mitad se queda sin recibirla, como ha ocurrido en este curso escolar en el que además hemos visto como los requisitos han perjudicado especialmente a familias monomarentales. En Madrid, solo el 11,8 % de todo el alumnado recibe una beca (completa o parcial), mientras la pobreza infantil alcanza a uno de cada tres niños y niñas (33,4 %, según Tasa AROPE, INE 2022). Esto deja fuera de este servicio esencial y educativo a las familias que más lo necesitan y es que según los datos de Educo las familias de rentas más bajas (36 %) utilizan menos el comedor escolar que las familias de rentas más altas (50 %). Por otra parte, cuando hablamos de educación alimentaria vemos como nuestra dieta, en los últimos años, se ha transformado pasando a estar basada en alimentos procesados o ultraprocesados. De nuestra alimentación, ¡sólo un 30% son alimentos frescos! El 70% restante, son alimentos procesados. Además de esto, comemos tres veces más carne, lácteos y azúcar, y tres veces menos frutas, verduras y cereales, que la cantidad recomendada. En este aspecto, el comedor, el espacio del mediodía, así como otros espacios escolares (desayunos, meriendas, almuerzos, excursiones) son espacios clave para introducir conceptos como alimentación de temporada, de producción sostenible o ecológica, de cercanía o de venta directa de los y las productoras, etc. Y por supuesto, la toma de conciencia sobre el origen de los alimentos. Como señalábamos antes, la falta de conciliación familiar está relacionada con la alimentación insana, ahora que las mujeres dedican más tiempo al trabajo productivo y los hombres no han recogido la responsabilidad de estas tareas domésticas ¿se asumen de forma igualitaria los trabajos de cuidados como la alimentación y la educación alimentaria en casa? Aún queda trabajo por hacer, y no podemos ignorar cómo la industria alimentaria ha aprovechado este contexto para, mediante la publicidad, normalizar y promocionar el consumo de alimentos insanos, precocinados y procesados. En este sentido, los comedores escolares cumplen una función fundamental a la hora de fomentar una alimentación saludable para nuestros menores a través de herramientas educativas. Por último, no podemos olvidar que la compra pública responsable es uno de los mecanismos que existen desde las administraciones públicas para favorecer un tipo de economía que fomente el desarrollo local. Este mecanismo consiste en incluir criterios éticos a la hora de realizar contrataciones públicas o de redactar pliegos, como criterios medioambientales, de igualdad, sostenibilidad… Y es que se calcula que un 13% del PIB se destina a compras realizadas por las administraciones públicas lo que puede llegar a 2.000-3.000 millones de euros anuales. En este caso, los comedores pueden suponer un motor para el tejido productivo del entorno con una eliminación de intermediarios o una disminución de la huella de carbono en el transporte, potenciando así la compra de productos de circuito corto y sobre todo impulsando la contratación de empresas locales. Esta puede ser también una herramienta para asegurar unas condiciones laborales dignas de las personas que forman parte del sector de la agricultura y la ganadería, y para generar una mayor conexión con el entorno. Según el informe “Los Comedores Escolares en España” son 4 las empresas que poseen más de la mitad del negocio de la restauración colectiva en el Estado español, por lo que aún queda mucho camino por andar hacia unos comedores escolares más locales. Alimentar es educar En este contexto planteamos la iniciativa “Alimentar es Educar”, que surge de la ONG Justicia Alimentaria y el Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional de la Universidad del País Vasco (Hegoa) y es financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID). Con esta iniciativa acompañamos procesos de transformación de los espacios alimentarios escolares, además del comedor, para que promuevan una mayor conexión con el territorio y una alimentación más sana y sostenible, partiendo de propuestas que nacen desde AMPAS y AFAS. ¿De qué espacios hablamos? Desayuno: Muchas veces los centros escolares ofrecen el servicio de “madrugadores” en el que se ofrece un desayuno al alumnado. Esa es una muy buena oportunidad para introducir alimentos como pan integral de una panadería cercana, mermeladas elaboradas en la Comunidad de Madrid, o fruta de temporada. Además, este espacio ofrece también opciones para continuar trabajando aspectos relacionados con la educación alimentaria. Almuerzos y meriendas: Los almuerzos para la hora del recreo en ocasiones generan diferentes opiniones, así como la merienda que llevamos a la salida del colegio, pero existen numerosas alternativas sanas y sostenibles para estos espacios, evitando el consumo de snacks o productos azucarados. Excursiones: Tanto el lugar de visita como la alimentación que se lleva a las excursiones son espacios que pueden promocionar una alimentación más sana, saludable y accesible. En muchas ocasiones, hablamos de la importancia de comer bien, pero en las excursiones visitamos restaurantes de cadenas globales o fábricas de alimentos procesados. Otras opciones son fincas agroecológicas de la Comunidad de Madrid, o negocios familiares para la elaboración de alimentos como mermeladas o alimentos en conserva. Huerto escolar: Los huertos escolares son una muy buena oportunidad para aprender sobre el origen de los alimentos y todo lo que implica su producción. En caso de que tu centro no tenga huerto, la Red de Huertos de Madrid tiene un directorio por barrios, ¡Puedes buscar el tuyo! Cafeterías y Máquinas vending: Este tipo de espacios suelen vender productos altos en azúcar y grasas, lo cual empeora significativamente nuestra salud, y además provoca que queramos seguir comiendo alimentos de ese tipo. Si esta es la única opción que hay en los centros, es muy posible que la alimentación empeore, por lo que ir transitando hacia un modelo de alimentación más saludable y sostenible hace necesarios cambios graduales en estos espacios que vayan acompañadas de un proceso de sensibilización. Contenidos pedagógicos: Los contenidos que se tratan en las aulas de las diferentes asignaturas pueden hablar de alimentación. Desde la Red Alimentacción proponemos recursos para que el profesorado pueda incluir en el temario contenidos relacionados con una alimentación sana y sostenible. Fiestas y cumpleaños: Los momentos de celebración son momentos que, de forma inconsciente, relacionamos con alimentos azucarados. En cambio, se pueden ofrecer alimentos saludables como frutas y verduras de diferentes colores y con formas divertidas, o sustituir refrescos y bebidas azucaradas por zumos naturales o bebidas de frutas. Comedor: Aunque lo mencionábamos ya al principio del texto, no podemos olvidar que es el espacio que alimentario que más oportunidades nos ofrece: Desde los alimentos que se utilizan para preparar la comida, hasta los espacios de juego que se ofrecen antes y después de la comida. ¿Por dónde empezar? A través de Alimentar es Educar ponemos a disposición de AMPAS y AFAS recursos para facilitar transformaciones alimentarias que podéis encontrar en la web del proyecto: vídeos con información sobre diferentes modelos alimentarios, recetarios para familias, materiales para utilizar en espacios de educación alimentaria, mapa de experiencias... Además, ponemos a vuestra disposición dos cursos online gratuitos que están abiertos en la web para que podáis cursar a vuestro ritmo: Curso de cocina para familias: Este curso es impartido por un cocinero y una cocinera de comedor de la “Red Chef 2030” que colaboran con Justicia Alimentaria. En él, encontraréis videos cortos con recetas para cocinar con alimentos de temporada de diferentes maneras para que sean atractivas para los más pequeños y pequeñas de la casa además de consejos para cocinar más sano. Escuela de familias por una alimentación saludable y sostenible: Este curso contiene videos cortos, podcast y materiales de apoyo de cada módulo que lo compone: ¿Quién nos alimenta? – Esta sección arroja luz sobre el funcionamiento de la producción agroalimentaria. Explora cómo un reducido número de corporaciones domina la mayoría del mercado y brinda consejos prácticos sobre cómo adaptar nuestros hábitos de consumo para favorecer opciones más sostenibles desde un punto de vista social, ambiental y económico. Cuidando nuestra alimentación – Más allá de ofrecer una base en nutrición, este módulo está diseñado para equipar a las familias con recomendaciones prácticas para garantizar que niños, niñas y jóvenes adopten un régimen alimenticio saludable. Nuevos modelos de alimentación escolar – Aquí, las personas participantes descubrirán estrategias para transformar el entorno alimenticio de los centros educativos, desde mejorar el menú del comedor hasta introducir cambios positivos en los desayunos y meriendas de los estudiantes. Nuestro trabajo en la Comunidad de Madrid. En la Comunidad de Madrid trabajamos con la FAPA para promover mejoras en los comedores escolares y en el resto de los espacios alimentarios de los centros escolares. Por un lado, acompañamos procesos de transformación alimentaria en los centros que nos lo solicitan para ofrecer los recursos adecuados en función de los objetivos que plantea cada AMPA o AFA en el centro de sus hijos o hijas. Este acompañamiento se acompaña de recursos y talleres al AMPA para implicar a la mayor parte de las familias del centro. Otras iniciativas con las que promovemos una alimentación escolar de calidad, es con la organización de sesiones de “Escuela de familiar por una alimentación saludable y sostenible” en diferentes municipios de la Comunidad de Madrid. Un ejemplo de ello, fue la organizada en abril de 2023 con la FAPA de Fuenlabrada: Preparamos recetas de desayunos y meriendas saludables, sostenibles y asequibles; visitamos el parque agrario de Fuenlabrada y vimos las oportunidades que ofrece a los centros escolares: alimentos para grupos de consumo promovidos por las AMPAS o AFAS, visitas escolares o alimentos para la “comida climática” que se celebra dos veces al año en los comedores de Fuenlabrada, en las que el menú se compone de alimentos locales; y propusimos mejoras para los espacios alimentarios escolares. Estamos preparando, por último, un módulo complementario para el curso de “Escuela de familias por una alimentación saludable y sostenible” ajustado a la realidad de la Comunidad de Madrid, en la que propondremos vías de transformación alimentaria teniendo en cuenta el contexto madrileño. ¿Y tú? ¿Te animas a mejorar la alimentación del centro escolar de tus hijos e hijas? Es un programa socioeducativo de: Con la financiación de: 215 Puntúe este artículo: 3.0 Etiquetas: salud alimentación derechos de los menores comedor escolar