La figura del TSIS en las aulas TGD

Antonio Álvarez Gómez

Técnico Superior de Integración Social del CEIP Víctor Pradera de Leganés

En la actualidad, existen en funcionamiento más de 650 aulas TGD en toda la Comunidad de Madrid. Tenemos que remontarnos al curso escolar 2001/2002 para establecer la primera escolarización preferente de alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en los centros educativos de la comunidad. Una Escuela Infantil y dos centros de Educación Infantil y Primaria iniciaron en modo experimental este modelo de escolarización destinado al alumnado con diagnóstico de TEA y necesidades de apoyo extensas; dando lugar a lo que hoy conocemos como aulas TGD.

Dentro del organigrama del centro, los Técnicos Superiores de Integración Social (TSIS) nos encontramos dentro del Equipo de Orientación y damos respuesta como agentes sociales a las necesidades de índole personal y social que pueden surgir al alumnado durante el transcurso de su jornada escolar. En conjunto con las maestras/os y profesoras/es de Audición y Lenguaje (AL) o Pedagogía Terapéutica (PT), conformamos los profesionales titulares del aula TGD.

El funcionamiento de cada aula TGD está fuertemente determinado por el alumnado al que da apoyo, por lo que, respetando los apoyos mínimos establecidos por la legislación vigente, cada aula configura un horario de apoyos intensivos (en aula TGD) y extensivos (en aula de referencia y espacios no reglados) teniendo en cuenta las características personales y grupales de sus integrantes.

Como TSIS participamos de ambos apoyos (intensivos y extensivos) cumpliendo con diversas funciones para la correcta integración del alumnado TEA en el centro:

• Colaboramos en la estructuración de entradas, salidas y desplazamientos de los alumnos dentro del centro y la atención en estos entornos.
• Colaboramos y hacemos acompañamiento de los alumnos en las actividades generales y extraescolares del centro dentro del horario escolar.
• Elaboramos, ponemos en práctica y evaluamos programas personales de conducta y autonomía personal (control de esfínteres, gestión de las emociones, alimentación, aseo…)
• Elaboramos y ponemos en práctica programas de atención en horarios de recreo y comedor, entornos dónde se hace énfasis en las habilidades comunicativas, sociales y de juego.
• Damos respuesta a las contingencias que puedan surgir en el proceso educativo del alumnado y su estancia en el centro.
• Colaboramos con el equipo docente en el Documento Individual de Adaptación Curricular en el marco de la programación del aula.
• Participamos en la creación de materiales que facilitan el acceso a las actividades y guiamos a los alumnos en la realización de estas.
• Entrenamos las habilidades en comunicación haciendo uso de los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC), así como motivamos al alumnado del aula TGD y sus compañeras y compañeros al uso de estos.
• Sensibilizamos a toda la comunidad educativa (maestras/os, alumnas/os, familiares, conserjes, monitores de comedor…) acerca de las características particulares del alumnado con TEA.
• Nos coordinamos con el equipo docente implicado en la educación del alumnado, con sus familias, y con el equipo directivo.

Las características particulares de cada grupo permiten la creación de un horario que se adapte a las necesidades de los integrantes de este, lo que hace que las dinámicas de cada aula sean muy diversas. El día a día configura y modifica nuestro horario, lo que nos convierte a AL, PT y TSIS en profesionales creativos, innovadores y con una gran dosis de espíritu de mejora en el trabajo personal.

Pongamos por ejemplo un aula que conozco bien, el aula en la que trabajo. Se trata del Aula Globos del CEIP Víctor Pradera de Leganés. Desde hace tres cursos tenemos un grupo estable en el que no hemos variado sus integrantes durante este tiempo. Nuestros usuarios son dos alumnos en etapa de Educación Infantil y tres en etapa de Educación Primaria. Hemos puesto en marcha y ajustado un horario en el que mi compañera, maestra de AL, hace la mayor parte de los apoyos en el aula específica, mientras que por mi parte como TSIS hago extensivos todos esos aprendizajes a sus aulas de referencia y espacios no reglados en conjunto con tutores, maestros y especialistas.

Mayoritariamente el trabajo es individual, pero también se realizan trabajos en pequeños grupos. En el aula TGD las agrupaciones se dividen por etapas (grupo de Infantil o grupo de Primaria), mientras que de forma extensiva las agrupaciones se realizan con los compañeros de sus aulas de referencia (preparación de trabajos escolares en grupo, juegos de patio, actividades de aseo…) y el número de participantes puede ajustarse a las necesidades de cada actividad.

Una vez repartidos los apoyos previstos legalmente, el remanente de sesiones lo distribuimos en función de cada usuario, ya que el objetivo final es que el alumno pueda permanecer en su aula de referencia y seguir la clase de manera autónoma fuera de su horario de apoyo. Esto nos permite reforzar con más sesiones a los alumnos que más necesidades de apoyo presentan.

Así mismo, tenemos de forma eventual otra gran oportunidad de generalizar todo lo aprendido durante salidas culturales y excursiones a lo largo del curso; entornos fuera del recinto escolar donde el TSIS se convierte en una referencia de vital importancia, permitiendo la anticipación y estructura de la actividad, minimizando los imprevistos que pueden surgir ante la novedad.

Esta configuración es única y personalizada para este grupo, en este centro y en este momento, pero puede modificarse teniendo en cuenta contingencias puntuales y los cambios que puedan surgir en un futuro en el grupo (evoluciones y retrocesos en el desarrollo individual, cambios de etapa, entrada de nuevos usuarios, cambio de profesionales…). De la misma manera que no existen dos alumnas o alumnos con TEA iguales, cada aula TGD funciona de manera diferente.

En el desarrollo de nuestro día a día nos encontramos con numerosos retos que solventamos principalmente recurriendo a la observación y la creatividad. Las características particulares del alumnado con TEA nos exigen una constante revisión de las intervenciones para aumentar o retirar apoyos. Esto nos convierte en una figura que complementa a la de docente y es aquí donde nuestras funciones deberían estar regladas correctamente para que no existan conflictos entre figuras que trabajan conjuntamente. A pesar de todos estos años de presencia en los centros escolares, la figura de las y los TSIS sigue siendo poco reconocida y precaria. Hasta finales de 2021 hemos tenido que esperar para que nuestras plazas salgan a concurso, por lo que son cientos las compañeras y compañeros que llevan años, lustros e incluso más de una década en fraude de ley. Y el anuncio de las oposiciones en ningún caso resultó ser una victoria. Realizado a través de una convocatoria de turno libre y dos convocatorias extraordinarias de estabilización, los procesos en este momento se encuentran suspendidos, sin publicar la lista de admitidos, sin una fecha para la realización de las pruebas y sin los tribunales constituidos.

A lo largo de estos años, nuestra figura se ha encontrado con diferentes adversidades fruto del desinterés y abandono de la Conserjería de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía. Bajo mi punto de vista, estas problemáticas tienen origen en diferentes controversias surgidas de una falta de acuerdo acerca de nuestras funciones. Este problema se está abordando desde algunos sindicatos creando mesas de trabajo para solicitar a la administración que fije correctamente esas funciones, ya que pertenecemos como Empleados Públicos a un convenio general en el que no contamos con un régimen especial que describa las labores que realizamos. Esto desencadena en numerosos desencuentros, malentendidos y sin sabores bidireccionales entre TSIS, maestros/profesores y Equipos Directivos; entorpeciendo o incluso imposibilitando en algunos casos el desarrollo de su actividad para muchas compañeras y compañeros. Además, bajo la ambigüedad o inexactitud de las funciones enviadas oficiosamente, quedan totalmente fuera las funciones educativas no asistenciales que nos impiden tener acceso al complemento de educador, pese a que realizamos tales funciones.

Pero no sería justo quejarme de algo que afecte solo a nuestro colectivo. Debido a que se encuentra agotada la bolsa de empleo y la continua contratación de nuevos TSIS por obra y servicio cada inicio de curso, la inestabilidad de las aulas TGD crece cada año que seguimos sin poder estabilizar nuestras plazas. Esto influye directamente en el bienestar de los usuarios en los centros, sin poder fijar de una manera duradera un personal de referencia para ellos, siendo curso tras curso una incógnita para las familias saber quién va a trabajar con sus hijas e hijos, así como si cuentan con la experiencia necesaria. Bajo la excusa de la oportunidad laborar para incorporar nuevos TSIS, se está dejando de contratar a los mismos TSIS que han trabajado anteriormente en las aulas y que cuentan con la experiencia, conocimiento y vínculos necesarios para que estas aulas sean estables.

Con presencia en CEE, Centros Preferentes, CEIP, CEIPSO e IES; la figura de TSIS es hoy en día una/un profesional imprescindible para la integración del alumnado con TEA en nuestros centros, que a pesar de ello es necesario seguir reivindicando para revestir normativamente su figura y sus funciones, así como reactivar los procesos de fijeza y promover las plantillas estables.

Aunque actualmente la implicación administrativa es insuficiente y se torna la mayor traba a la que nos enfrentamos, nosotras y nosotros seguiremos trabajando para promover la plena inclusión y el bienestar del alumnado de los centros preferentes, no solo los del aula TGD, también el del resto de compañeras y compañeros, ejemplo continuo de que este modelo funciona y nos beneficia a todas y todos.