Informes sobre cambio climático y educación Un reciente estudio (junio 2024) publicado en la revista científica ScienceDirect, titulado Mala calidad del aire en la escuela y desigualdad educativa por nivel socioeconómico familiar en Italia, comienza su introducción con el siguiente párrafo: La calidad del aire que rodea a las escuelas es primordial, ya que los niños pasan muchas horas en estos entornos, donde los contaminantes de origen exterior, como las partículas finas (PM2,5), se infiltran y persisten en el interior (Chen y Zhao, 2011; Jones et al., 2000; Pallarés et al., 2019). Los niveles elevados de contaminación dentro de las instalaciones escolares pueden afectar negativamente la capacidad de los estudiantes para concentrarse y mantener la atención, lo que afecta los resultados de aprendizaje durante las horas de instrucción (Gignac et al., 2021) y el rendimiento en las pruebas estandarizadas (Amanzadeh et al., 2020). Además, la mala calidad del aire ejerce una influencia negativa en la salud y la asistencia de los niños (Currie et al., 2009; König ̈ y Heisig, 2023), potencialmente interrumpiendo sus trayectorias educativas a lo largo del período académico. De hecho, investigaciones anteriores indican un efecto deletéreo de la exposición a una calidad del aire inadecuada en las escuelas sobre el logro educativo de los niños (Amanzadeh et al., 2020; Currie, 2013; Requia et al., 2022; Stenson et al., 2021). No se pueden resumir mejor los efectos de la sociedad contaminante que hemos creado y en la que hemos sumergido, sin pedirles permiso, a nuestros hijos e hijas, dejándosela en herencia. Recomendamos la lectura completa de este interesante estudio. Un equipo internacional de científicos ha demostrado por primera vez como los árboles pueden eliminar metano, el gas de efecto invernadero, de la atmósfera terrestre. Este hallazgo, según estos investigadores, puede tener grandes implicaciones en la lucha contra el cambio climático. Es sobradamente conocido que los árboles, llevando a cabo la fotosíntesis, absorben con sus hojas el CO2, pero esta nueva investigación afirma que también absorbe metano, que el segundo gas de efecto invernadero más abundante, responsable de alrededor del 30% del calentamiento global desde la época preindustrial. Las comunidades educativas llevan décadas reclamando el incremento de árboles en las instalaciones escolares, para eliminar el efecto isla de calor al proveer sombra al alumnado y rebajar las temperaturas en los patios de los centros educativos y en estos; ahora se incrementan los argumentos para que aumente significativamente su presencia en estos espacios. Con relación a las temperaturas que sufrimos, a finales de julio de este año la ONU ha realizado un Llamado del Secretario General de las Naciones Unidas a la acción contra el calor extremo, reclamando acciones a los países para tomar medidas urgentes dirigidas a intentar revertir la situación. En este documento de la ONU, con relación a la educación, se indica que: Es difícil aprender en condiciones de calor extremo. Muchas partes de Asia y el norte de África sufrieron el cierre de escuelas en 2024 debido al calor extremo, lo que dejó a millones de niños sin escolarizar y amplió las brechas de aprendizaje. Sin embargo, incluso si las escuelas permanecen abiertas en medio del calor, el aumento de las temperaturas puede inhibir el aprendizaje. Según una evaluación realizada en 58 países, cada día adicional por encima de los 26,7 °C (80 °F) durante los tres años anteriores a un examen redujo las puntuaciones en un 0,18 por ciento de una desviación estándar, con un efecto mayor para las poblaciones de ingresos más bajos. Otro estudio descubrió que, sin aire acondicionado, cada aumento de 0,56 °C (1 °F) en la temperatura del año escolar reduce la cantidad aprendida ese año en un 1 por ciento. Estas pérdidas de aprendizaje y los niveles más bajos de logro educativo reducen los ingresos potencial y productividad. Cada día adicional con temperaturas medias superiores a 32 °C (89,6 °F) en el útero y en el primer año después del nacimiento se asocia con una reducción del 0,1 por ciento en los ingresos anuales de los adultos a los 30 años. Con relación a España, en una publicación de Climameter recientemente conocida se indica que estas olas de calor están siendo hasta 3º más cálidas que en la década de los años 90. Un incremento muy preocupante de las temperaturas está afectando especialmente a la región climática donde está situado nuestro país. El planeta está batiendo récords que deja a España tristemente bastante al frente de esos hitos negativos. También UNICEF ha publicado a finales de julio de este año un informe bajo el título de Combatir el calor: salud infantil en medio de las olas de calor en Europa y Asia Central. En este se alerta del desproporcionado impacto de las olas de calor y se insta a los gobiernos para que actúen. En su contenido puede leerse que: Debido a que los niños son vulnerables al estrés por calor y debido a su mayor esfuerzo cuando juegan al aire libre, los jardines de infancia y las escuelas necesitan mecanismos de respuesta e inversiones en infraestructura para reducir la vulnerabilidad de los niños, incluidas áreas sombreadas y espacios verdes. Los docentes, que a menudo son la primera línea de respuesta para los niños que sufren estrés por calor, deben ser empoderados para tomar medidas rápidas en los establecimientos educativos. Es necesario institucionalizar la capacitación de maestros y trabajadores de salud comunitarios sobre la respuesta rápida a los impactos del estrés por calor en los niños, junto con inversiones en espacios con aire acondicionado y estaciones de hidratación. Entre las medidas que se plantean, con relación a la educación se indica: Adaptar las instalaciones educativas para reducir las temperaturas, garantizando que el edificio escolar esté debidamente aislado y utilizando la energía eficiente, ventanas para ayudar a regular la temperatura interior en las áreas donde los niños juegan, incluso a través de las copas de los árboles, el acceso a agua limpia, áreas sombreadas y espacios verdes en las escuelas, al tiempo que equipan a los maestros con las habilidades para identificar y responder a los niños que sufren de estrés por calor. Adaptar el diseño urbano y la infraestructura, incluida la reforma de las normas de construcción, la realización de revisiones de vulnerabilidad y la garantía de que los edificios (en particular los que albergan a las comunidades más vulnerables) estén equipados para minimizar la exposición al calor. Esto incluye inversiones en bombas de calor aire-aire que pueden calentar los edificios en invierno y enfriarlos en verano, utilizando fuentes de energía renovables. Un buen e interesante documento es también el elaborado por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), denominado Prepararse para el cambio climático, que es, como indica su subtítulo, una guía para los centros educativos sobre medidas relacionadas con el cambio climático. En su introducción recuerda que el objetivo 13 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) es la Acción por el Clima, debiéndose adoptar medidas relacionadas con el cambio climático, y que el objetivo 4 (educación de calidad) reconoce la especial importancia de la Educación para el Desarrollo Sostenible y el importante papel que debe desempeñar la educación en la actuación frente al cambio climático. Establece seis principios rectores, repartidos en cuatro bloques, que, además, deben tener el adecuado seguimiento: Administración escolar 1. Crear un equipo sobre medidas relacionadas con el cambio climático. Enseñanza y aprendizaje 2. Impartir enseñanzas en materia de cambio climático en todas las asignaturas. 3. Enseñar el pensamiento crítico, creativo y anticipatorio. 4. Empoderar a los educandos para adoptar medidas. Instalaciones y funcionamiento 5. Convertir a su centro educativo en un modelo en materia de medidas relacionadas con el cambio climático. Asociaciones de colaboración con la comunidad 6. Establecer asociaciones de colaboración con la comunidad en pro del aprendizaje y la enseñanza. 18 Puntúe este artículo: Sin puntuar Etiquetas: Revista educación aula centro educativo climatización adecuación