La figura del Logopeda Comisión de Educación del CPLCM: Ana Mª Martín, Ana Salvador, Marian Ibáñez , Nuria Trugeda, Sandra Vico y Sara Serrano El Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid, desde ahora CPLCM, debutamos en la colaboración con la revista Participación de distribución para las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos y alumnas escolarizados en centros públicos no universitarios (AMPAS) pertenecientes a la Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Ríos, FAPA, con quien nos vincula una relación colaborativa desde hace meses. En esta ocasión, la revista en su nº 74 centrará el contenido en las figuras necesarias en los centros educativos más allá de los docentes encargados de la impartición del currículo de las diferentes materias. La aportación que realizamos desde la Comisión de Educación del CPLCM centra la atención en la figura del LOGOPEDA en los centros educativos públicos, su ausencia, su papel y su contribución a la calidad educativa, respondiendo así a las necesidades detectadas en alumnos y alumnas con dificultades de comunicación, lenguaje, habla, voz y deglución, más allá de las necesidades educativas, las ventajas de nuestra incorporación en el contexto escolar y la aportación que puede realizar el logopeda en cada uno de los niveles de apoyo. PRINCIPALES NECESIDADES DETECTADAS EN EL ÁMBITO EDUCATIVO DE LA CAM La UNESCO (2017) entiende que: «la inclusión es un proceso que ayuda a superar las barreras que limitan la presencia, participación y logro de los alumnos» (p.7). Por otro lado, «la visión final para los sistemas de educación inclusiva es garantizar que todos los alumnos de cualquier edad tengan oportunidades educativas significativas y de alta calidad en su comunidad local, junto a sus amigos y compañeros» (p.1); En el marco de un sistema educativo inclusivo, la atención educativa comprende un conjunto de medidas y apoyos destinados a todos los alumnos, sin excepción, con la finalidad de promover su desarrollo personal y social, y ayudarlos a adquirir las competencias establecidas para cada etapa educativa, lo que supone incluir también la Educación Infantil Especial (EIE), la Educación Básica Obligatoria (EBO) y Transición a la Vida Adulta (TVA). Estas medidas y apoyos: Maestro Especialista en Audición y Lenguaje MEAL y Maestro Especialista en Pedagogía terapéutica (MEPT), están determinados por las necesidades de cada alumno y deberían estar interconectados en el enfoque de la transdisciplinariedad. Para lograr fomentar el desarrollo e intereses de una persona y la mejora de su funcionamiento individual y bienestar personal debemos realizar una apertura de mirada: Primero, incorporando en el ámbito educativo la intervención del logopeda como profesional sanitario especialista en comunicación, lenguaje, habla, voz, audición y funciones orales no verbales. Segundo, centrando los apoyos en la persona; reflejando con claridad el desajuste existente entre las competencias personales y las demandas del contexto en el que vive, interactúa y aprende el alumno. Y, en tercer lugar, ampliando la intervención con alumnos que presentan necesidades educativas, más allá del acceso al currículum, permitiendo la autodeterminación de la persona protagonista de su proceso de Aprendizaje, en un ambiente educativo inclusivo. Mientras los apoyos no sean genéricos contribuiremos a la brecha social: Desde el CPLCM somos conocedores de la realidad de muchas familias que complementan con apoyos especializados de intervenciones privadas, más allá de la escuela, para compensar las discrepancias entre la competencia personal y las demandas cotidianas que genera una alteración en la comunicación, lenguaje, habla, voz y/o audición. Si el profesional logopeda estuviera dentro del contexto educativo en coordinación con los diferentes profesionales que intervienen en el desarrollo del niño, (PT, AL) ayudaría a explicar las bases neurofisiológicas que determinan un tipo de funcionamiento, y permitiría ajustar los apoyos de manera más precisa, contribuyendo en una mayor comprensión de la dimensión del funcionamiento humano no circunscrito en exclusividad al ámbito curricular, incorporando los objetivos personales y las necesidades de apoyo, en un plan único que empodere al niño, tanto en un ámbito pedagógico como de bienestar, como dueño de su plan personal de apoyo (PPA). Es necesaria la incorporación de un profesional logopeda en el ámbito educativo: las alteraciones de la comunicación y el lenguaje no pueden ser un efecto generador de desigualdades, la brecha social aumenta cuando la escuela prescinde del logopeda, y como profesional necesario interviene fuera del circuito público de apoyos. El sistema requiere de un giro en la concepción del estilo de escuela, pública, de calidad, inclusiva y centrada en la persona a la que se cuida y educa, atenta a la neurodiversidad presente en las escuelas con la presencia del profesional logopeda con las siguientes competencias: VALORES A CONSIDERAR EN LA ESCUELA INCLUSIVA La Escuela Inclusiva determina que la escolarización de los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo ACNEAES, respetará los principios de: inclusión y participación, calidad, equidad, no discriminación e igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el sistema educativo, y accesibilidad universal; se eliminarán las barreras que limiten el acceso, presencia, participación y aprendizaje de las personas. Considerando que una de las barreras que más limitan el acceso al aprendizaje son las dificultades lingüístico-comunicativas. La presencia del logopeda en la escuela inclusiva contribuye en: Transversalidad: enfoque orientado a garantizar que todo el alumnado tenga garantías de éxito en la educación a través de una mejora continua de los centros educativos y una mayor personalización del aprendizaje. Universalización de los conocimientos y las competencias que permitan aprender a todos los alumnos y facilitar su participación social y laboral. Educación inclusiva: acorde con la adquisición de competencias que valoren la diversidad; este es el fin de la modificación del currículo. Garante de la inclusión educativa, la atención personalizada y la prevención de dificultades de aprendizaje, articuladora de los mecanismos de refuerzo necesarios para hacer frente a las Dificultades de Aprendizaje. Principio de equidad en la educación: se pone el foco de atención en la escuela rural, (proporcionar los medios y sistemas organizativos necesarios que favorezcan la permanencia de los jóvenes de las zonas rurales e insulares en el sistema educativo más allá de la etapa de educación básica). Accesibilidad universal: ampliar este principio a la garantía de proporcionar el recurso del profesional Logopeda para compensar las discrepancias de los alumnos con dificultades comunicativo-lingüísticas, sin aumentar la brecha económica familiar por resultar un acceso exclusivamente privado. LOS LOGOPEDAS dando respuesta en la escuela inclusiva Según la LOMLOE, la ley incluye once disposiciones adicionales entre las que sobresalen las relativas a la evolución de la escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales. De esta manera, el Gobierno, en colaboración con las Administraciones educativas, desarrollarán un plan para que en el plazo de diez años, de acuerdo con el artículo 24.2.e) de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas y en cumplimiento del cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030: Educación de Calidad, los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad; lo que implica la presencia del Logopeda como profesional no docente incorporado al ámbito educativo con garantía de intervención desde el primer ciclo de educación infantil hasta el final de la etapa educativa, independientemente de la modalidad de escolarización del alumnado con necesidades educativas especiales ACNEE: Educación ordinaria, ordinaria con apoyos PT-AL, aula específica TEA o Educación Especial en centro específico. La Discapacidad Comunicativa (DC), una discapacidad invisible La “discapacidad comunicativa (DC)” se produce cuando la comunicación hablada, escrita, por señas o por otros medios no verbales, es lo suficientemente diferente de la de otras personas de la comunidad como para que afecte a las interacciones y limite su capacidad de participar en la vida y de ejercer sus derechos (Marshall, 2022). Esta DC tiene múltiples impactos. No se puede olvidar que la comunicación es un derecho humano recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Organización de Naciones Unidas, 1948) y afecta a la consecución de otros derechos y que también se incorporan en el artículo 2 de la Convención Internacional de Derechos de las personas con Discapacidad propuesta por la Organización de Naciones Unidas en 2006. Los logopedas tenemos la misión de garantizar el Derecho a la Comunicación que facilite la igualdad y la toma de decisiones que empoderan a las personas y les da la oportunidad de una vida plena y de calidad. Somos profesionales que desarrollamos nuestra actividad en el ámbito de la prevención, la evaluación, el diagnóstico y la intervención de las alteraciones de la comunicación, el habla, el lenguaje y, contamos con la formación y los conocimientos necesarios para atender a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo ACNEAEs, y alumnos con necesidades de apoyo educativo ACNEAEs generadas por trastornos del aprendizaje y de la comunicación en el contexto escolar. Los logopedas como garante del derecho a la educación debemos estar presentes durante el período escolar como figura profesional de apoyo, favoreciendo en el niño, a través de un enfoque interdisciplinario, la consecución de los objetivos establecidos en el currículo educativo. Realizando una valoración precisa de las competencias y definiendo claramente las necesidades de apoyo e intervención teniendo en cuenta el contexto natural y el de los interlocutores. Generando sinergias en el desarrollo de conocimiento y participando en la formación docente en beneficio de los alumnos; “lo que no se conoce no existe y no se puede transformar”. Apoyando a los docentes y colaborando estrechamente con las unidades de enfermería DUE en los centros de EE por medio de la intervención directa con alumnos que presentan alteraciones en la deglución. Empoderando a las familias en la generalización, implementación y uso de soportes de comunicación en el contexto familiar-social. Y realizando acompañamiento en el desarrollo evolutivo de su hijo con una visión experta que permita clarificar la conducta comunicativa desajustada de sus hijos. Colaborando en el ajuste de las expectativas acorde al momento de desarrollo de su hijo, y ofreciendo pautas como interlocutores naturales que son. Colaborando en la interpretación y comprensión del diagnóstico y sus repercusiones en el aprendizaje, con incorporación de las adaptaciones físicas, de acceso, metodológicas y /o curriculares necesarias. Implementando estrategias metodológicas que permitan el acceso al aprendizaje, la socialización, la comprensión de los contextos, y repercutan directamente en un estado de bienestar personal. Realizando valoración y evaluación de las necesidades comunicativas y lingüísticas. Interviniendo transdisciplinarmente en la elaboración del plan de apoyo individual. Si partimos de una base estrictamente rehabilitadora, en la que la intervención del profesional se enfoca en modificar (o “arreglar”) la condición de salud y sus deficiencias asociadas (es decir, modificar las funciones y estructuras corporales), los niveles de participación del sujeto y por tanto su nivel de funcionamiento no pueden alcanzar niveles óptimos de desarrollo. Por el contrario, si la acción se centra no solo en la discapacidad, sino en los factores modificables asociados con la participación, como lo son el trabajar con las familias, las comunidades y abordar sus barreras, facilitadores y sus influencias en la participación, podemos decir que el nivel de funcionamiento de un individuo tiene más posibilidades de alcanzar un mejor desarrollo. “Los logopedas en una escuela inclusiva” tenemos las siguientes funciones: 1. Ayudar al profesorado y a los órganos directivos del centro a diseñar e incorporar sistemas y medidas orientadas a la prevención y detección precoz de las dificultades de habla, lenguaje y comunicación. 2. Ayudar al profesorado a diseñar y aplicar sistemas y protocolos de observación acerca de las posibles dificultades de habla, lenguaje y comunicación y, llegado el caso, a explorar periódicamente a los niños y niñas que puedan presentar dichas dificultades y a valorarlas. 3. Contribuir a crear entornos comunicativos que estimulen y potencien la comunicación y el lenguaje de todos los niños en el aula y en la escuela y facilitar, entre otras cosas, una interacción de calidad en contextos diferentes y variados. 4. Comunicar al profesorado el proceso y los resultados de las valoraciones que haya llevado a cabo de los niños que presenten dificultades; asimismo, ayudar al profesorado a comunicar dichos resultados a las familias y, cuando sea necesario, asumir esta responsabilidad. 5. Proporcionar asesoramiento a las familias y a los profesores, como agentes educativos naturales, con el fin de mejorar su interacción con el niño. 6. Ayudar al profesorado a aplicar estrategias educativas basadas en la evidencia, así como a introducir cambios en los entornos lingüísticos naturales con el fin de aumentar el valor ecológico de las intervenciones y las posibilidades de generalización y mantenimiento. 7. Discernir, conjuntamente con el profesorado, las medidas de apoyo que en cada caso o aula puedan ser consideradas universales de las que deban adoptarse como adicionales e intensivas en el ámbito de la comunicación y el lenguaje, y aplicarlas. 8. Procurar, en el caso de las medidas adicionales e intensivas, que su intervención reproduzca al máximo las condiciones de los entornos cotidianos, estructurando las sesiones de forma que se respeten las características básicas de una situación interactiva real. 9. Proporcionar al alumnado con sordera o con problemas de audición las medidas adicionales e intensivas propias de la rehabilitación auditiva, cuando sea necesario. 10. Proporcionar sistemas de comunicación aumentativa y alternativa (SAAC) para el alumnado con trastornos graves en la comprensión y expresión del lenguaje, como los trastornos del espectro autista, trastornos del lenguaje, etc., para que puedan ser conocidos y utilizados por todo el profesorado del centro y por las familias. 11. Atender al alumnado que presenta dificultades en la alimentación y en la deglución y orientar a los profesionales implicados, cuando sea necesario. A partir de lo ya expuesto, la legislación establece claramente que la prevención y valoración de los posibles problemas en la comunicación y el lenguaje de los niños y jóvenes hasta los 18 años, así como la intervención, son funciones que nos corresponden a los logopedas, y que la implementación de dichas funciones, al tratarse de alumnos, ha de tener lugar en la escuela ordinaria, en el marco de la inclusión educativa. La escuela se revela como un entorno idóneo para favorecer la adquisición del lenguaje, hito importante en el desarrollo de todos los niños que les permite acceder a los aprendizajes y participar del entorno social en el que viven. El reto educativo al que nos enfrentamos como sociedad educativa es conseguir una intervención desde la perspectiva que adoptan los modelos basados en los sistemas de apoyo de niveles diferenciados; es decir, la provisión de apoyos universales, adicionales e intensivos, implicando la figura del profesional logopeda en todos los niveles. En los apoyos universales: medidas que se dirigen al conjunto del alumnado del aula y que tienen un carácter preventivo y que permiten flexibilizar el contexto de aprendizaje, proporcionando a los alumnos estrategias para facilitarles el acceso al currículo y a la participación en las actividades del aula. En el caso de los logopedas, las estrategias que se centran en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje, ejercidas dentro del aula como apoyo al tutor de referencia. Las medidas adicionales son consideradas como apoyos complementarios a los que se facilitan con carácter general a todos los alumnos. Se trata de acciones que permiten ajustar la respuesta educativa, siempre vinculada a las actividades del aula, con objeto de promover la participación y el éxito de determinados alumnos en su proceso de aprendizaje. Nuestra presencia como logopedas asegura la participación e inclusión de los alumnos con DC. Cuando las medidas universales y adicionales resultan insuficientes para asegurar la participación y el aprendizaje de los objetivos establecidos en el currículo, se diseñan. Las medidas intensivas son acciones y estrategias educativas extraordinarias adaptadas a las necesidades de un alumno o de un grupo reducido, siempre en continuidad con las medidas universales y adicionales, garantizando la mejora del funcionamiento del alumno. Con este reto educativo conseguiremos reducir las desigualdades y aproximarnos al Objetivo 10 de los ODS de la agenda 2030. Conseguir la acción coordinada de ambos profesionales, LOGOPEDA y MEAL dentro del equipo docente, en la atención a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de trastornos de comunicación, lenguaje y audición en el marco de un sistema educativo inclusivo, garantiza el derecho de estos alumnos a alcanzar las competencias educativas establecidas en el currículo en igualdad de condiciones que sus compañeros. En la intención de clarificar las funciones, tendremos en cuenta la definición de dos perfiles: el logopeda como profesional sanitario, es especialista en la prevención, detección, evaluación e intervención de los trastornos de la comunicación, el lenguaje, el habla, la voz y la deglución, y el maestro con la especialidad en Audición y Lenguaje MEAL es el profesional docente especialista en la detección, evaluación e intervención de las necesidades educativas derivadas o relacionadas con estos trastornos. Desde la Comisión de Educación del CPLCM abogamos por priorizar la atención y centrar el debate, no tanto en las identidades profesionales, como en la naturaleza, calidad y organización de los apoyos que se prestan a todos los alumnos y, en particular, a aquellos con problemas en la comunicación, el lenguaje y la audición, para promover su éxito académico, personal y social en una escuela en que todos se sientan bienvenidos y animados a participar. Debemos encaminarnos a la escuela inclusiva garantizando la participación y la competencia profesional de todos los actores, y reclamar vuestro derecho como padres en nombre de vuestros hijos, Los logopedas tenemos cabida en la escuela porque somos necesarios. Las familias necesitáis que los logopedas estemos presentes en horario lectivo, en las aulas, con el equipo de apoyo, en claustro, en la Programación Anual de los centros, no como actividad en horario extraescolar, pues, cuando hablamos de la necesidad educativa de vuestros hijos, resulta éticamente reprobable considerar nuestra atención logopédica una elección opcional, o dependiente de los recursos familiares, económicos y/o sociales. 475 Puntúe este artículo: 3.7 Etiquetas: escuela pública centro educativo profesionales educativos perfiles en los centros logopeda