Volar hacia la igualdad

GUIA PARA CONSEJOS ESCOLARES QUE COEDUCAN[i]

Encarna Cuenca Carrión

Presidenta del Consejo Escolar del Estado

Mi historia favorita sobre el tema de los hombres y las mujeres en la ciencia, o en cualquier otro ámbito, es de una tribu de algún lugar de Latinoamérica. No estoy segura de qué país. Creo que es Guatemala, pero no estoy segura. En esa tribu de indígenas el jefe me dijo: “Nosotros pensamos que la tribu es como un águila. Un ala es masculina y la otra es femenina. Y solo cuando las dos alas son iguales, la tribu es capaz de volar”. Me encantó esa historia. Tenemos que aspirar a eso. Tenemos que aspirar a la igualdad.^[ii]

Jane Goodall | Primatóloga

Se necesitan dos alas para que un pájaro pueda volar y dos alas iguales para que lo pueda hacer una tribu.

Igualdad, como apunta la cita de Jane Goodall, es la palabra clave. Comprender y asimilar su significado nos ayuda a identificar a vista de pájaro los roles sociales establecidos y las discriminaciones que conllevan. Es, desde este discernimiento, que la humanidad podrá ganar la delantera a los estereotipos de género y ser capaz de alzar el vuelo.

En la actualidad, la educación desarrolla pedagogías transformadoras orientadas a promover una ciudadanía capaz de llevar a cabo su proceso educativo a lo largo de la vida y comprometidas con el desarrollo de una sociedad, cuyos valores contribuyan a la consecución de un mundo mejor, más digno, más ético y sostenible.

Sin duda, una de las herramientas clave para llevar a cabo esa educación transformadora es la coeducación, educar en igualdad como valor intrínseco que ha de impregnar toda acción educativa. Si educamos para vivir, co-educamos para con-vivir, coeducamos para avanzar, para alcanzar el bienestar individual y el bien común, sin cortarnos las alas.

Los consejeros y consejeras del Consejo Escolar del Estado (CEE) así lo han entendido, constituyéndose la coeducación en uno de los temas prioritarios que abordan en los objetivos y acciones de su Plan Estratégico.

En este sentido, durante más de un año, el CEE ha trabajado en la elaboración de la Guía para Consejos Escolares que coeducan.

El objetivo principal de esta guía es facilitar herramientas de diagnóstico y reflexión, de búsqueda de respuestas adaptadas a las necesidades de cada centro educativo respecto de su situación en temas de igualdad y, a su vez, ofrecerles una serie de recomendaciones y modelos prácticos para que puedan implementar políticas y prácticas coeducativas en su día a día.

Las respuestas que ofrece la guía pasan por la creación y mantenimiento de espacios de convivencia, de ecosistemas sostenibles y saludables cogenerados con la participación consciente de todas las personas que interactúan en ellos.

Precisamente, una verdadera transformación social necesita, para hacerla efectiva, retos y metas comunes, pero sobre todo la colaboración sistemática y el compromiso de cada uno de los agentes que intervienen.

En este sentido, la co-creación de escenarios posibilitadores se convierte en una estrategia clave para fomentar la sostenibilidad y la igualdad en los diferentes ecosistemas en los que crecemos y desarrollamos nuestras potencialidades. Al trabajar juntas, las personas podemos recrear escenarios, obras y attrezzo que permitan que un ecosistema florezca y prospere en armonía con sus habitantes. Esto implica colaboración y promoción de valores compartidos, como el cuidado y la responsabilidad social.

Al mismo tiempo, los ecosistemas también tienen la capacidad de influir en las personas que los habitan. Cada individuo que forma parte de un ecosistema es tanto sujeto como objeto de la acción que tiene lugar en él. Desde quienes habitamos en una comunidad, hasta quienes trabajamos en ella o la visitamos, tenemos la capacidad de influir en el entorno y de ser influenciados por él. Un entorno saludable, por ejemplo, puede mejorar la calidad de vida de quienes lo habitan y fomentar su bienestar físico y emocional. Por otro lado, un ecosistema contaminado o degradado puede tener efectos negativos en la salud y bienestar de sus habitantes.

Así, coeducar supone el compromiso por el bien común, la humanidad y el desarrollo pleno, acompañar en la superación de cualquier clase de etnocentrismo aportando una amplia diversidad de formas de contemplar y explicar la realidad desde el compromiso, la empatía, la alianza, el empoderamiento y la prosocialidad.

El simple inicio de una tarea colectiva en pro de los Derechos Humanos, de los Derechos de las Mujeres, de la Igualdad para el estudiantado es gratificante y dota de sentido a nuestro quehacer educativo. Las discrepancias, los miedos, las suspicacias, las reflexiones, los debates, las amenazas de ruptura e incluso las risas, forman parte del camino hacia el consenso, espíritu con el que se elaboró la Guía. Todo ello tuvo lugar durante el proceso y seguramente tendrá lugar en vuestros centros educativos. El Consejo Escolar no es distinto a un Consejo Escolar de Centro, os encontrareis con estos mismos problemas, pero la andadura a través del diálogo merece la pena y como puede observarse, los acuerdos son posibles.

La riqueza de esta guía reside en haber estado elaborada por representantes de los distintos sectores de la comunidad educativa atendiendo a las demandas de los colectivos que la conforman y analizando, interconectando y aprovechando los recursos que poseen. Pone de relieve y visibiliza los diferentes ecosistemas educativos, el ecosistema formal e informal de centro y el comunitario, y nace desde una perspectiva dinámica, con la idea de seguir creciendo con las aportaciones y reflexiones que puedan surgir en este proyecto común por la igualdad.

El contenido de la Guía nos acompaña en la comprensión del marco normativo, tanto internacional como nacional que sirve de sustento a todas y cada una de las acciones propuestas y recomendaciones fruto de la reflexión y del trabajo conjunto que sirven de base para seguir avanzando en la igualdad efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres. Dicha documentación se explicita en el apartado Marco Normativo y estrategias conjuntas.

Pero ¿cuál es la realidad de la que partimos? ¿Cuál es nuestra situación actual? ¿Qué elementos interfieren y no nos dejan avanzar en el camino hacia la igualdad? ¿En qué aspectos tenemos que incidir para que se produzca una auténtica transformación social?

Será el siguiente apartado de la guía, Contexto actual, el que dará respuesta a estas preguntas y en el que encontraremos datos para la reflexión sobre las brechas de género existentes en nuestra sociedad.

En el cumplimiento de los mandatos que nos vienen marcados desde nuestra Carta Magna^[1], como sociedad, como agentes educativos, como ciudadanía, nuestras acciones deben intencionalmente dirigirse a remover los obstáculos necesarios para lograr la igualdad real y de resultados. Esta igualdad supondría que se hubieran superado las diversas brechas que todavía hoy, en pleno siglo XXI, se mantienen. Brechas de género que implican que las mujeres hoy mantengamos diversidad de situaciones y de ámbitos en los que nuestro desarrollo es menor, en peores condiciones o con más dificultades de logro que la situación de nuestros compañeros los hombres, que también ven mermadas sus capacidades de desarrollo integral.

Las brechas de género se mantienen en su base por la pervivencia de los estereotipos y prejuicios de género en los que se apoyan las diferencias en nuestros esquemas mentales, tanto individuales como colectivos, en nuestro imaginario, diferencias exclusivamente argumentadas en relación con unos aspectos anatómicos que “sostienen” la construcción de género. Esta nos imprime un conjunto de comportamientos, actitudes, reglas de juego, roles y papeles sociales que nos impregnan hasta construirnos como personas con unos estrictos corsés que dificultan o impiden la escritura en libertad de nuestro propio guion de vida y, por tanto, merman la posibilidad de desarrollo en todo nuestro potencial. Heredamos esquemas de vida ya escritos (por otros) que con gran esfuerzo reescribimos para configurar nuestra propia identidad como personas y como seres sociales. Esta reescritura supone una ardua tarea para las niñas, para los niños, para todas aquellas personas que no se identifican con estos corsés asignados y para todas aquellas personas que asumimos nuestra función de apoyar su crecimiento y desarrollo en toda la potencialidad, sin trabas ni mermas asignadas culturalmente por el género y por el hecho de nacer con un sexo asignado biológicamente, a los que se suman otros tantos motivos como la raza, la religión, capacidad económica, concepto de clase, discapacidades, etc.

Este apartado de la Guía de Consejos Escolares que coeducan^, Contexto actual, nos facilita el conocimiento y la comprensión del espacio y tiempo para el que se diseñan las acciones. Esto ayuda a identificar los desafíos a los que nos enfrentamos, a evaluar la situación de partida y los recursos disponibles, lo que conducirá a diseñar las mejores soluciones, adaptadas a las necesidades concretas dando una visión amplia, desde diferentes perspectivas, que ayuda a situarse. 

El siguiente apartado, Metodología, presenta el proceso seguido para la elaboración de la Guía. Le sigue, Propuestas de actuaciones por ecosistemas, –ecosistema formal de centro, ecosistema informal de centro y ecosistema comunitario- utilizando el paradigma ecológico como marco conceptual para trasladarlo al pedagógico y contemplar acciones que van más allá del aula y de los límites del centro educativo. Se trata de propuestas para cambiar, por medio de la coeducación, las formas de relación con la finalidad de lograr una ciudadanía igualitaria, participativa y colaborativa, superar las formas relacionales competitivas por formas colaborativas en las que ganemos todas las personas y reconstruir las relaciones de “poder sobre” hacia el “poder con” (compartido). Toda esta información se complementa con el siguiente apartado Buenas prácticas, que pueden verse en la página web del Consejo Escolar del Estado.

Los dos últimos apartados Enlaces a glosarios, que definen conceptos a los que se ha hecho referencia, y Recomendaciones bibliográficas, pueden resultar interesantes y útiles tanto para manejo de la Guía como en su puesta en práctica. 

Para educar en igualdad, hay que tener en cuenta que cada una de las personas que participan en educación tanto del entorno del aprendizaje formal como del informal puede convertirse en agente de cambio (familias, docentes, autoridades, alumnado, etc.), de ahí la importancia del compromiso personal y el compromiso de los consejos escolares en el que se encuentra representada toda la comunidad educativa.

Esta Guía para consejos escolares que coeducan se gestó, precisamente, en el seno de la comunidad educativa y con el objetivo final de ser útil a los centros que buscan promover la coeducación y la igualdad.

Nos sentimos bien con el resultado. Posiblemente no sea la mejor Guía, ni tampoco la más completa, ni tampoco la más pura en sus planteamientos. Posiblemente este trabajo no sea la recopilación más exhaustiva de acciones coeducativas que se pueden realizar para convertir nuestros centros en centrales productoras de igualdad. Posiblemente, tampoco responda a todas las voces que desde el feminismo se siguen alzando en la lucha constante para el logro de la igualdad de resultados. Seguramente no responda a aquellos planeamientos sociales que niegan la existencia de la desigualdad.  Tal vez no sea todo eso, pero lo que sí es, es el resultado del diálogo, el consenso, la colaboración, la cesión, la concentración en lo esencial para conseguir una visión conjunta de la causa común. Causa que supone dar a nuestra infancia, adolescencia y juventud unos marcos de esquemas mentales más amplios y flexibles que conllevan una diversidad de posibilidades de autocreación y de superación de límites impuestos desde fuera –que se acaban interiorizando- que les permita vivir de manera coherente, digna y respetuosa con sus propias vivencias y con la diversidad de las vivencias ajenas.

Nos sentimos contentos con el resultado, que no damos por acabado. Seguimos aspirando y trabajando por la igualdad porque queremos:

Le invito a leerla.